La cirugía plástica como herramienta para combatir el bullying

El bullying es un problema multifactorial, y nos damos cuenta de ello porque cada día sabemos de más casos de niños y adolescentes que lo sufren. Las consecuencias de las burlas, humillaciones y acosos acaban mermando la autoestima de estos niños, a quienes muchas veces les resulta imposible llevar una vida social sana con sus compañeros y su entorno.

Es por ello que no solamente niños o adolescentes se plantean como solución una cirugía para corregir algún detalle o anomalía, sino que también los propios padres acuden a las consultas de cirujanos plásticos para que su hijo no sufra de bullying.

Según la Asociación Americana de Cirugía Plástica y Estética (ASAPS), la cirugía en menores se ha incrementado en casi un 30% en la última década, representando actualmente el 1% del total de todas las operaciones de cirugía estética. Se ha demostrado que las intervenciones en edades tempranas pueden tener un efecto muy positivo en la confianza y autoestima de los niños afectados.

Uno de los ejemplos más comunes son las orejas aladas, donde por una alteración del desarrollo del pabellón auricular, las orejas son muy prominentes. Para estos casos se recomienda una cirugía alrededor de los 5 años, antes de que el niño entre al colegio y se desarrolle la conciencia de la diferencia física.

Otro caso que se da con frecuencia es la ginecomastia, que es el crecimiento de tejido mamario en los varones, lo que provoca aislamiento y cambio de hábitos sociales en quienes la padecen.
La edad promedio de consulta de la ginecomastia es entre 13 y 15 años y dependiendo de cada caso, se opta por una intervención.

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